Circulación y producción de la opinión en el medio radiofónico.

Diego Javier Ibarra.
Profesor Adjunto Radio I y II. FACSO. UNICEN.

Tipos de opinión, géneros radiofónicos, producción, circulación.
La intención del presente artículo es iniciar la exploración de la opinión en el medio radiofónico. De la escucha de diferentes programas se desprende la presencia abundante de opiniones que indicarían que la radio es un medio de opinión. No sólo porque en este medio de comunicación se vierten opiniones en un sentido estricto, sino porque considerada la afirmación en un sentido amplio, contiene diversas formas de circulación y producción de opiniones.
A las opiniones producidas por los conductores radiales se les agregan las opiniones producidas por los receptores, en una circulación desde el interior hacia el exterior de las emisoras, pero también desde el exterior hacia el interior de las emisoras.
No se trata de equiparar emisores (conductores) y receptores (oyentes) en el dominio del aire radiofónico, pero sí entender la posibilidad de incidencias mutuas.
La radio también es generadora de opinión pública a la vez que las opiniones de mayor predicamento median en la constitución de las audiencias en cada emisora. Con la posibilidad de que esas audiencias radiofónicas, también realicen sus aportes en la construcción de una opinión pública y promuevan revisiones o confirmaciones en los contenidos de dicha emisora, siempre que la misma sea permeable a la acción de los oyentes.
El término posibilidad está utilizado en relación con el rol que asumen los oyentes. Posibilidad de un rol activo que busca algún tipo de intervención aunque sea mínima, frente a la ausencia de posibilidad de un oyente pasivo.
Avanzar en la comprensión del medio radiofónico desde el lugar de la opinión en un sentido amplio, implica pensar a la radio como un espacio dinámico, de intercambio. Es decir abordar desde una totalidad la producción y circulación de: la opinión de los conductores, la opinión de los oyentes, la construcción de una opinión pública y las definiciones de audiencias y emisiones a través de las opiniones.
De forma sencilla y simple un recorrido puntual se puede representar de la siguiente manera: El conductor de un determinado programa de radio pone al aire una opinión de forma explícita o implícita. Luego un oyente se comunica con el programa y conductor (por diversos medios, teléfono en vivo o grabado, mensaje de texto, correo electrónico, mensaje escrito por el asistente de producción) y comparte el tema ofreciendo su opinión. El tema en cuestión toma la forma de una opinión más acabada, debido a la doble circulación y producción. A su vez una nueva opinión ofrecida desde una entrevista a algún especialista o participante involucrado en el tema incorpora otros aspectos quizás no contemplados inicialmente. La operación se repite y la opinión es organizada por el conductor, pero con dos intervenciones que ingresan al espacio sonoro radiofónico desde el exterior. Se presentaron así tres instancias opinativas. Esto es lo que habitualmente y de manera reiterada sucede en las emisiones de radio. En paralelo los oyentes de ese programa producen intercambios simbólicos y se pone en marcha la construcción de la opinión pública frente al tema tratado. La resultante de este proceso tendrá adhesiones o no en los oyentes y podrá generar una mayor aceptación del programa o conductor o iniciar un tipo de rechazo. En esta etapa se reorganiza la audiencia, pudiendo mantenerse, crecer o descender.
La reiteración permanente de esta dinámica permite afirmar que la radio es un medio de opinión. No obstante que desde los modos de recepción, que van del oír al escuchar, de una mayor a una menor atención resulta por momentos difícil percibir y diferenciar si se está opinando, informando, interpretando o todo a la vez en un cruce de géneros periodísticos. A la vez que la percepción de la opinión por sobre las otras formas expresivas en gran medida pueden darse por el rol que ocupa el periodista-conductor que habla desde su persona. Es esa voz la que habla, es esa voz con nombre y apellido que puede identificarse con cierta precisión.

La periodística como una perspectiva
El estudio de la opinión en la radio observada desde la actualidad, desde la emisión y su puesta al aire se encuadraría en la denominada Periodística como una modalidad de avanzar en los estudios del periodismo.
La Periodística, que según la definen Josep María Casaús y Luis Núñez Ladevéze es aquella rama de la Ciencia de la Comunicación que, desde las perspectivas histórica, actual y prospectiva, estudia todos los fenómenos y elementos de las diversas dimensiones complementarias del sistema periodístico: la producción, la mediación, la recepción y las transformaciones sociales del mensaje:
“En consecuencia son objetos de estudio de la Periodística los procesos de producción, selección y valoración de hechos e ideas; los procesos de composición redaccional y de comunicación social; las formas y modalidades de expresión; y los estilos y las estructuras internas y externas que adoptan los mensajes en la actualidad, y el resto de las unidades redaccionales periodísticas (encuadradas en cualquiera de los géneros narrativos, instrumentales y argumentativos) cuando se canalizan a través de la prensa, la radio, la televisión, la telemática y otros medios de comunicación de masas.” (Casaús y Ladevéze 1991: 63)
Decir que la radio es básicamente un medio de opinión implica realizar una serie de precisiones en los conceptos. Decir que la radio es un medio de opinión en cuanto a las noticias de actualidad política es una primera precisión.

De la opinión personal al periodismo de opinión
El término opinión tendría varias conceptualizaciones según los diferentes modos de usos o intervenciones, que permitirían hablar de la radio como un medio de opinión.
Es preciso presentar la aclaración realizada por las investigadoras Depetris y García sobre las clasificaciones de los géneros en la radio: "Existen pocos autores que aborden la programación radiofónica a partir de las clasificaciones sociales de textos que la propia práctica de lo radiofónico instituye. Y fundamentalmente que den cuenta de las retorizaciones privilegiadas y rasgos estilísticos de los géneros radiofónicos en la actualidad, a partir del abordaje del parlante". (Depetris y García. 2001: 1)
Por esto decidí organizar una serie de conceptualizaciones clasificatorias útiles a esta investigación. La primera sería la opinión en el sentido más llano. La opinión personal, que según los diccionarios es el sentimiento que se forma uno de algo, adhesión de la mente a un juicio probable, juicio acerca de alguna persona o cosa. La opinión que no requiere de fundamentos para hacerla valedera. Es personal y aunque se presenta en los medios de comunicación, en este caso la radio, puede expresarse del mismo modo por fuera de los medios. Aquella que se expone sin implicancias directas con el periodismo de opinión o los géneros radiofónicos.
Una segunda conceptualización sería la opinión fundamentada, que sí bien es personal, presenta una fundamentación previa que también es personal y ligada a los valores e ideología de quien la expresa.
La tercera dimensión de la opinión, se puede denominar opinión estricta o pura y parte del periodismo de opinión, desde formatos puros, que se diferencien de los formatos del género informativo o interpretativo. La opinión estricta estaría dada por: la columna de opinión, el comentario, el editorial, la crítica y otros textos radiofónicos que expliquen, analicen, prediquen y juzguen, y que través de la persuasión, previenen, aconsejan, sentencias o valoran.
Sin embargo el periodismo de opinión, también se presenta como opinión indirecta o mixta. En los medios electrónicos en especial en la radio, los formatos se formulan de manera cruzada y la opinión puede estar presente tanto en una columna como en un reportaje o informe, como en un documental o un panorama de noticias. Desde esta perspectiva la opinión no aparece sólo en las fórmulas puras. Ocurre que este medio realizará adaptaciones dentro de una dinámica histórica. "Estos nuevos medios informativos van a utilizar libremente, adaptándolos a sus necesidades audiovisuales específicas, los géneros periodísticos ya modelados en los periódicos" (Vargas, 1999: 61).
En la radio la opinión también puede aparecer dentro de fórmulas dramáticas o humorísticas. Es por esto, que denomino opinión indirecta o mixta, de acuerdo a su aparición en textos radiofónicos que no necesariamente pertenecen al ámbito opinativo, pero que pueden incluirlo.
José Luis Martínez Albertos en referencia a los géneros periodísticos en radio utiliza la clasificación de puros (noticia, boletines) y mixtos (boletín principal y magazín) y aclara que en "las modalidades mixtas de la información radiofónica, se produce una coexistencia de varios géneros periodísticos, tanto informativos, como interpretativos y de opinión".
Es necesaria hacer una aclaración sobre los géneros periodísticos radiofónicos y los formatos radiofónicos. Ya que en su utilización cotidiana en el ámbito de la práctica profesional se confunden involuntariamente. Géneros y formatos muchas veces designan lo mismo.
Me baso en la siguiente clasificación, aunque con una razonable flexibilización. Géneros: Dramáticos y periodísticos. Sobre este último: informativos, interpretativos y opinativos. Luego una serie de formatos que pueden transitar entre estos tres mencionados, teniendo en cuenta que algunos se ajustan más a cada uno de estos. Por ejemplo: panoramas, noticias con o sin opinión, informes o reportajes, reportaje interpretativo, crónica, entrevista, comentarios, editoriales, entre otros.
Es decir que la opinión ingresa en los diferentes discursos radiofónicos, ya sea como género propio o cruce entre géneros y formatos que incorporen la opinión.
Los géneros del periodismo de opinión son de manera estricta la editorial, el comentario y sus definiciones guardan relaciones entre sí.
"El comentario es un artículo razonador, orientador, analítico, enjuiciativo, valorativo con una finalidad idéntica a la editorial. Se diferencia básicamente en que el comentario es un artículo firmado y su responsabilidad se liga tan sólo al autor del trabajo. Puede decirse sin embargo, que en el periódico moderno existe un desplazamiento de temas del editorial a las columnas de los comentarios, sobre todo aquellos comentaristas que tratan temas políticos, en los diferentes niveles: local, nacional internacional, economía, educación, cultura...". (J.L Martínez Albertos, 1982: 383)
En este sentido Depetris y García, vienen trabajando, aunque desde el análisis semiológico, los géneros de opinión en emisoras, en particular el comentario y el comentario editorial y dicen al respecto que "en la radio, la opinión aparece a veces en un espacio asignado de los programas periodísticos informativos. Nos estamos refiriendo a textos como el editorial y el comentario editorial. Pero muchas otras veces, la opinión emerge en medio de la conversación en estudio, en un continuo fluir de informaciones (...) sin una aclaración que se anteponga para presentar al género". (Depetris y García. 2003: 10)
Ante esto la diferenciación estaría dada por la posición que asume el periodista, como se ubica frente al micrófono, la construcción de su texto y la finalidad del mismo.

De los locutores o conductores radiales
El caso de la radio posee algunos ajustes ya que la diferencia entre firmado y no firmado no puede precisarse. Todos los géneros y formatos de opinión se establecen en la voz de los conductores radiofónicos. Desde la opinión personal hasta los formatos estrictos del periodismo de opinión: editorial, comentario y crítica. Pasando por todas las formulaciones mixtas, las opiniones cobran personalidad en la voz de los conductores o locutores. Como han señalado Depetris y García: "Lo que se impone señalar aquí es que precisamente el comentario y el comentario editorial radiofónico no son anónimos, por cuanto o se conoce al sujeto enunciador, o si no se lo conoce físicamente, se lo ubica por la huella de la voz". (Depetris y García 2001: 3)
Por esto se hace necesario abordar el tema también desde el rol y posición de los conductores, ya que son ellos los que encarnan las posibles opiniones. Incluso en la radio las opiniones pueden ingresar al espacio sonoro por terceros: oyentes o entrevistados y declaraciones.
La relación que los públicos entablan con los conductores también constituye un elemento significativo a la hora de visualizar la opinión en el medio y el porqué de su presencia en las diferentes expresiones de géneros y formatos.
"La radio también marca su presencia cotidiana inmiscuyéndose en la dinámica doméstica, reproduciendo, acompañando o generando rituales cuyas características varían según el tipo de programa y la hora en que se transmita. Esto convierte a locutores y conductores en cuasi miembros de la familia, lo cual los vuelve dignos de confianza y los coloca en un lugar de autoridad que prácticamente valida cualquier afirmación, comentario o sugerencia que realicen.
La recreación de estos rituales también contribuye de manera significativa a generar certezas y bajar los niveles de ansiedad que produce la experiencia cotidiana de vivir en una gran ciudad. Los locutores se vuelven entonces, grandes domesticadores de la incertidumbre y (...) particularmente en los sectores populares, la credibilidad de la información se vincula de manera directa con la capacidad que tengan de generar certezas". (Vinocur.2002)
Si bien los medios de comunicación son parte indispensable en la actualidad de la construcción de la opinión pública, la radio en la voz de sus conductores son verdaderos formadores de opinión. Esto lo logran por el tipo de relación tan personal que establecen con su público oyente. Por lo tanto las opiniones que expresen desde diferentes formas podrán ser tomadas en cuenta por estos. No se trata de una concepción manipuladora, pero seguir a un determinado periodista radial implica en general una serie de acuerdos entre posiciones ideológicas y de estilo. Y en esa relación pueden ser los mismos oyentes quienes aporten opiniones sobre temas de actualidad política que luego retome el conductor.
Para que el conductor asuma su rol de opinador y sea aceptado por los oyentes como tal, su credibilidad se presenta como el potencial que favorece esa actitud. Credibilidad que depende de la experiencia atribuida a la fuente y que para ser percibido como competente, el comunicador debe dar la imagen de quien conoce la posición más adecuada con relación al problema. Al mismo tiempo la credibilidad es su confiabilidad que procede de la percepción de que el comunicador es sincero y actúa de manera desinteresada.
La teoría sobre opinión pública es importante pues liga la función de los medios con la construcción de la opinión en los receptores. Que la radio sea parte del proceso de la construcción de la opinión pública y los conductores formadores de opinión, no sólo se logra a través de la opinión explícita, sino que coexisten otras formas más o menos implícitas de opinión. Por un lado las agendas que el medio expone, la selección y recorte de noticias e información, selección de fuentes, los modos de presentación y los usos de los elementos de lenguaje radiofónico, a lo que se les suma la entonación de las expresiones. Todos son aportes para comprender a la radio como un medio de opinión.

Entre la objetividad y la subjetividad
Tradicionalmente se tiende a identificar la labor periodística con la obtención de noticias, la elaboración y su difusión y esto conlleva de manera implícita la denominación de objetividad. Si embargo en el ámbito profesional está claro que la subjetividad de la opinión del periodista también forma parte del quehacer profesional. La propia selección de noticias y sus fuentes implican un grado de subjetividad y encierran una opinión que es transmitida a los oyentes.
Natividad Vargas entiende que "esa tendencia a identificar periodismo con información, implica, a su vez, entender que se da una semejanza entre información y objetividad, y objetividad y realidad. Desde este posicionamiento mientras el periodismo de opinión representa la pura subjetividad, el periodismo informativo sería la objetividad misma".
No obstante todo acto periodístico es un acto de interpretación y, por tanto un acto subjetivo. La radio no es una mera transmisora de la realidad, sino que mediante diferentes mecanismos y operaciones profesionales, participa activamente en la construcción de distintas versiones de la realidad.
El problema reside en parte en que se utiliza el término objetividad, como sinónimo de imparcialidad o neutralidad, y al mismo tiempo impersonal, cuando no lo es. En la radio lo impersonal es más difícil de detectar, casi estaría reservado para los boletines y panoramas de noticias, redactados con un estilo lacónico. El resto de la programación sin dejar de ser periodística se trabaja desde un estilo más coloquial, y por lo tanto la hace más personal.
En el caso de los panoramas más allá de que se pretendan objetivos, en el sentido de no querer manipular al oyente, su producción y puesta al aire, pasa por instancias subjetivas. Es claro que un texto periodístico no es un texto cualquiera, y se elabora desde una selección previa, desde una valoración y jerarquización, y la forma en que todo será transmitido implica una subjetividad. Y si es subjetivo también encerraría un tipo de opinión. Es un postulado más o menos generalizado que en la radio se pueden generar opiniones indirectas a través del uso del lenguaje: entonación, música, clima, los silencios y también desde el tratamiento de la noticia.
La distinción entre objetividad y subjetividad serviría para distinguir de modo inicial entre periodismo informativo y periodismo de opinión respectivamente, y pondría en evidencia la propuesta comunicativa explícita del conductor de radio. A sabiendas que también se transmiten opiniones de manera implícita y en apariencia objetiva.